
Fundamos CILSA en la ciudad de Santa Fe el 14 de mayo de 1966 por iniciativa de un grupo de discapacitados motrices y el apoyo de un sector de especialistas en rehabilitación.
El objetivo principal fue desarrollar actividades deportivas y socioculturales, haciendo que la misma naciera como un club. Con el tiempo y gracias a distintas experiencias que se fueron sumando al proyecto, pasamos a considerar otras áreas que tenían estrecha relación con la problemática de las personas con capacidades diferentes, haciéndonos eco de las necesidades que los propios beneficiarios, nuestros pares, nos fueron acercando.
Esos planteos iban más allá de las prácticas recreativas y deportivas, concentrándose en las necesidades especiales de quienes no sólo sufren la discapacidad física o sensorial sino que, además, son marginados del mundo laboral, educativo, recreativo, afectivo y social.La atención de nuestras Playas de Estacionamiento, uno de los primeros proyectos llevados a cabo, y la formación de una Cooperativa de Trabajo entre nuestra propia gente, fueron las respuestas iniciales a esta necesidad que se ha ido modificando acorde a cada época. Esa actividad laboral sirvió, exclusivamente, como una solución temporal y sólo para algunos, ya que el problema afectaba, desde entonces, a muchas personas más.
CILSA ha crecido, desde 1966, en todas sus áreas de trabajo. El mayor aprendizaje ha sido entender que el accionar tradicional hacia la discapacidad no es más que un paliativo al problema. Entendimos que para lograr la plena integración debemos alcanzar a cada vez más ciudadanos y concientizarlos a cada uno de ellos. Por eso CILSA fue avanzando con sus objetivos por todo el país y hoy, ya estamos presentes en 8 ciudades argentinas trabajando a través de nuestros Programas Institucionales: Santa Fe, Buenos Aires, Mar del Plata, Córdoba, Mendoza, Rosario, La Plata y Puerto Madryn, abarcando todo el sur del país.
Las etapas por las que transitamos en CILSA se fueron sucediendo bajo la influencia de nuevos desafíos y de nuevas necesidades que se presentaban en el camino. Por ser, los fundadores de la institución, personas con necesidades especiales, nuestros mismos problemas nos iban marcando por dónde seguir y qué a demandas responder primero. Debimos luchar en distintos frentes, a medida que las circunstancias nos hacían afrontar cuestiones que eran imprescindibles para mejorar nuestra calidad de vida.Desafiando en cada momento nuevas soluciones y alternativas para atenuar las distintas facetas que presentaba la temática de la discapacidad, hicieron que mantuviéramos a la entidad solidaria en constante evolución y desarrollo.
De allí, surgió la elaboración de una propuesta innovadora, caracterizada por la conformación de una organización casi empresarial, hecho que ayudó a comprender y valorar los alcances de lo que más tarde se concebiría como "Marketing Filantrópico", modalidad aplicada en los países del primer mundo a las instituciones sin fines de lucro, como CILSA. Autodidactas en este aspecto quienes tuvimos la afortunada oportunidad de integrar los niveles directivos de CILSA, adelantamos los tiempos al punto que siempre hemos generado los recursos necesarios para financiar nuestras obras mediante métodos originales, y no como lo hacían tradicionalmente las entidades de beneficencia. Esto nos permitió manejar recursos que posibilitaron la construcción de nuestro Complejo Polideportivo, logro a destacar entre nuestras principales obras que se van multiplicando con el paso de los años
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